LOS DÍAS /1/
LOS DÍAS es un proyecto compartido por Marion
Thieme y Antonio Santamaría que refleja el periodo vivido en la isla de
Lanzarote entre el 5 y el 30 de mayo de 2019. Marion Thieme acudió invitada por
Nautilus Lanzarote para desarrollar su obra pictórica, Antonio Santamaría documentó el proceso creativo. Las obras que aquí aparecen son de Marion Thieme, y en muchas ocasiones se muestra el proceso de su realización, a veces con la obra inacabada. Las fotografías han sido tomadas por ambos autores. Los textos son de Antonio Santamaría Solís.
Antonio Santamaría Solís & Marion Thieme
día
uno
Como en el sueño,
conducías borracha sin detenerte. Adelante, siempre adelante. Era de noche. Nos
cruzábamos con otros coches como fantasmas, ellos o nosotros. Apenas podías
controlarte, ¿aquello, realmente, era avanzar? Siempre ese pensamiento culpable,
¿ese cuerpo era lo que parecía? un cuerpo muerto tirado en la cuneta,
arrojado fuera de la vida por nuestra furiosa incontinencia. No nos detuvimos
tampoco aquella noche, nonunca nos hemos detenido. Adelante… Pero no podíamos
saber si la acción de conducir ciegamente en la noche nos llevaba
en realidad hacia un destino, un punto situado delante de nosotros, un punto
que parece, siempre ha sido así, ajenoconfuso, inalcanzable. Cierro
comillas, una mala traducción, una traslación infumable del santo Jack, que me
perdone, algo de literatura que triturar para matar el tiempo entre un
continente y otro, el frío y el calor, tópico, la oscuridad y la luz, al menos
dejar atrás por un tiempo el agobio de las rodillas atenazadas, la lengua
detenida, el pensamiento suspendido como un vacilante globo perplejo entre
corrientes contrarias. Así, asomándome por encima de ti para mirar la tierra
extraña que se acerca mientras aprovecho para olerte, el avión que desciende,
olor que lleva treintaitantos años en mí veo una línea negra que se ensancha, se dilata,
se comba, blanda y nublada, la luz, una cintura negra que durante un mes y
desde este instante ahora, atravesando como una piedra la nube, isla, ya, nos
acoge. / Vivir en este lugar es casi como no vivir, recuerdo haber pensado,
ahora que sunexpres llega rasando la
línea del horizonte, bramando por alcanzar la tierra firme, latierraprometida,
recuerdo haber pensado que este lugar es un lugar para la inexistencia, el
extremo de una cuerda cortada, deshilachada, un espacio evadido donde las
sombras se cruzan sin reconocerse, pero tampoco cuerpos materiales, pero
tampoco sombras, donde todo parece declinar de manera ¿hermosa? me pregunto de
qué forma, cómo has planteado tu estancia en esta región de lava negra. Una
puerta de entrada, busco una puerta, has dicho sin ninguna ceremonia. /
día dos
Ahora que thomascook penetra girando levemente el fuselaje a320 descendiendo, descendiendo, enderezándose de nuevo escurridizo como un pez y desapareciendo de mi vista, atronador, blanco y azul más allá de la playa donde se levanta una tormenta instantánea, arena que invade el carril bici ceguera súbita que se resuelve en picor de ojos y olorsabor a queroseno, un instante eterno, la sombra desciende inesperada para de pronto, ale hop, bíblicamente hacerse de nuevo la luz. Solo que el tufo y el sabor se quedan, duran un rato, y pedaleamos temerarios en busca del salitre, olor a yodo y mar, olor a playa, a las algas que se pudren entre las rocas, algo que nos devuelva un atisbo de esperanza. / La geometría del cactus, el papel japonés temblando aún como ala de mariposa, entre tus dedos, aguardando el gesto, el movimiento que inicie un nuevo acontecer la llave que abre y que luego, transformada en otra cosa no permite el paso atrás, de aquí no se vuelve, no hay regreso solo algo que no sabemos, por fortuna, a dónde nos conduce. Comienzos de mayo. En algún lugar no muy lejano respiran los volcanes embebidos de sopor, viejostaciturnos, la piel carcomida llena de pústulas, de yagas. Bajo esos harapos de mendigo hay una rebelión secreta a punto de estallar. Comienzos de mayo. Lo importante ahora se traduce en: la llegada a la residencia del artista, refugio insular donde, ale hop, todos los temores se diluyen con ese chasquido anularpulgar, chaschas, dos hermosos golpes de efecto que expresan: uno, el giro de llave que abre la puerta del taller del artista, dos, pisando el suelo alegrementemanchado cruzar el patio de la palmera para, giro de llave, llegar a casa, refugio, cabaña, nido. Es la misma llave, no hay por lo tanto posibilidad de dar un paso atrás. Hemos ingresado en este luminoso baño de circunstancias pasadas y futuras para intentar recomenzar, tal como somos. Algo que nos devuelva un atisbo de esperanza. /
día tres
Comienzos de mayo, esta geometría me ayuda a entregarme a la abstracción, y lo que está “al lado”, el realismo, se beneficia de esta entrega. Miro mis manos y veo qué diferentes son. Cruzar, atravesar el tracto y sentir lo que late en sus paredes, el aire mismo es un latido. Antes de saberlo, de intuirlo, la obra ya latía en algún lugar, lacosaeraunalarvaquelatía –en la oscuridad, en los momentos de soledad, a veces escucho ese cuerpo que palpita- luego, si sabemos comprender, comprender ese hecho y no otra cosa, la esencia salta fuera, se arroja, y empieza entonces otro momento, el diálogo, un acercamiento que a menudo se resuelve en una relación dura, difícil, plagada de intentos fallidos, de emociones muy intensas, unas veces de ternura y otras de asombrada admiración, o de extrañeza. Cuando se cruza el taller, ese tracto que enlaza la dulzura distante del jardín con el patio interior que es prólogo de la casa, el aire mismo es un latido, vibración cargada de olortextura, de sonidos procedentes de algo inesperadamente próximo, como un color que aceche. / Desaprendo mirando las nubes, no intento retener nada, no quiero comprender, lo reconocible ya no importa. Consiento en que esas masas se formen allá arriba y lo hagan a pesar mío, crezcan y se hinchen para luego desaparecer, integrarse como si nada en otra cosa, no les doy nombre alguno, nada tiene nombre, nada debería tenerlo. Los nombres clasifican y matan. Lo que sirve para nombrar deforma, lo designado pierde el aliento de inmediato, su energía se evapora, en lugar de adquirir sentido pierde la esencia, su sentido verdadero está en ser incomprensible, en ser innombrable, en ser inaprensible. Cuando de forma egoísta para apoderarnos de la enormidad de su alma nombramos lo innombrable lo convertimos en letra, en frase, en alfabeto, en categoría muerta. La obra de arte debe ser inabarcable. / Vivir en esta isla es casi como no vivir. Un sanatorio inmenso lleno de sonámbulos. Un lugar para la inexistencia /
día seis
Bitte-nie-Papier-in-die-Schüssel-werfen-dies-führt-sofort-zur-Verstopfung!!!-Please-do-not-throw-paper-in-the-bowl-this-immediately-leads-to-blockage!!!-S´il-vous-plait-ne-jamais-jeter-le-papier-dans-la-toilette-ceci-conduit-immédiatement-à-un-blocage!!!
Ahora que thomascook penetra girando levemente el fuselaje a320 descendiendo, descendiendo, enderezándose de nuevo escurridizo como un pez y desapareciendo de mi vista, atronador, blanco y azul más allá de la playa donde se levanta una tormenta instantánea, arena que invade el carril bici ceguera súbita que se resuelve en picor de ojos y olorsabor a queroseno, un instante eterno, la sombra desciende inesperada para de pronto, ale hop, bíblicamente hacerse de nuevo la luz. Solo que el tufo y el sabor se quedan, duran un rato, y pedaleamos temerarios en busca del salitre, olor a yodo y mar, olor a playa, a las algas que se pudren entre las rocas, algo que nos devuelva un atisbo de esperanza. / La geometría del cactus, el papel japonés temblando aún como ala de mariposa, entre tus dedos, aguardando el gesto, el movimiento que inicie un nuevo acontecer la llave que abre y que luego, transformada en otra cosa no permite el paso atrás, de aquí no se vuelve, no hay regreso solo algo que no sabemos, por fortuna, a dónde nos conduce. Comienzos de mayo. En algún lugar no muy lejano respiran los volcanes embebidos de sopor, viejostaciturnos, la piel carcomida llena de pústulas, de yagas. Bajo esos harapos de mendigo hay una rebelión secreta a punto de estallar. Comienzos de mayo. Lo importante ahora se traduce en: la llegada a la residencia del artista, refugio insular donde, ale hop, todos los temores se diluyen con ese chasquido anularpulgar, chaschas, dos hermosos golpes de efecto que expresan: uno, el giro de llave que abre la puerta del taller del artista, dos, pisando el suelo alegrementemanchado cruzar el patio de la palmera para, giro de llave, llegar a casa, refugio, cabaña, nido. Es la misma llave, no hay por lo tanto posibilidad de dar un paso atrás. Hemos ingresado en este luminoso baño de circunstancias pasadas y futuras para intentar recomenzar, tal como somos. Algo que nos devuelva un atisbo de esperanza. /
día tres
Comienzos de mayo, esta geometría me ayuda a entregarme a la abstracción, y lo que está “al lado”, el realismo, se beneficia de esta entrega. Miro mis manos y veo qué diferentes son. Cruzar, atravesar el tracto y sentir lo que late en sus paredes, el aire mismo es un latido. Antes de saberlo, de intuirlo, la obra ya latía en algún lugar, lacosaeraunalarvaquelatía –en la oscuridad, en los momentos de soledad, a veces escucho ese cuerpo que palpita- luego, si sabemos comprender, comprender ese hecho y no otra cosa, la esencia salta fuera, se arroja, y empieza entonces otro momento, el diálogo, un acercamiento que a menudo se resuelve en una relación dura, difícil, plagada de intentos fallidos, de emociones muy intensas, unas veces de ternura y otras de asombrada admiración, o de extrañeza. Cuando se cruza el taller, ese tracto que enlaza la dulzura distante del jardín con el patio interior que es prólogo de la casa, el aire mismo es un latido, vibración cargada de olortextura, de sonidos procedentes de algo inesperadamente próximo, como un color que aceche. / Desaprendo mirando las nubes, no intento retener nada, no quiero comprender, lo reconocible ya no importa. Consiento en que esas masas se formen allá arriba y lo hagan a pesar mío, crezcan y se hinchen para luego desaparecer, integrarse como si nada en otra cosa, no les doy nombre alguno, nada tiene nombre, nada debería tenerlo. Los nombres clasifican y matan. Lo que sirve para nombrar deforma, lo designado pierde el aliento de inmediato, su energía se evapora, en lugar de adquirir sentido pierde la esencia, su sentido verdadero está en ser incomprensible, en ser innombrable, en ser inaprensible. Cuando de forma egoísta para apoderarnos de la enormidad de su alma nombramos lo innombrable lo convertimos en letra, en frase, en alfabeto, en categoría muerta. La obra de arte debe ser inabarcable. / Vivir en esta isla es casi como no vivir. Un sanatorio inmenso lleno de sonámbulos. Un lugar para la inexistencia /
día cuatro
¿Para qué repetir lo
que ya está hecho? Esa es la cuestión, si en un margen tienes algo dicho y
luego lo repites en otro lugar… / Mal, siempre mal, porque quitas intensidad a
lo que ya estaba dicho / Exacto / Otra cosa es que trabajes
deliberadamente con las repeticiones, iteraciones… pensando en las matemáticas, en la escritura; en
una obra plástica yo no sé cómo sería eso / Lo mismo, yo pienso que es lo mismo
/ Lo difícil es encontrar equilibrio, economía, qué sé yo, armonía… / Por eso
en estos papeles no se puede corregir, todo lo que está puesto está puesto, no
es como en un lienzo, donde puedes superponer capas y capas… y estos papeles
tan finos llega un momento… en el que añadir… siempre taparlo con otro papel…
llega un momento cuando ya no es “ese papel tan ligero”… Todo son tentaciones,
intervengo o no intervengo… para eso tengo yo papeles que puedo pegar, para ver
si me funcionaría, y muchas veces tampoco se puede imaginar que haya ese riesgo…
Yo me doy cuenta, hoy por ejemplo, de que soy muy intuitiva, veo enseguida cómo…
/ Eso es muy importante porque no siempre se puede materializar el gesto… / Ajá
/ Una vez que se materializa allí está… Entonces esa intuición te sirve para adelantarte, trazarlo antes mentalmente, o como sea / Ayer me pasó con un papel… en otro
mezclé un color y nada más haberlo puesto, una mancha pequeñita, pensaba ¡huy!
color equivocado… pero… este pequeñito lugar donde está este color está muy
bien, muy bien puesto, y esa es una mínima intervención de color pero que tiene su
presencia y tiene su función / No sé hasta qué punto ese-lunar-decidió-todo-lo-demás… (brrrrrrrrrroooooooooommmmmmmmmm)
Ese es de thomascook, seguro / ¿thomascook es una línea de bajo coste de la british…? / No,
no lo sé, thomascook era un pirata del siglo XVIII, pero he leído que te dan la
comida en envases biodegradables…
/
día cinco
El trabajo, es precisamente eso lo interesante, miras, intentas mirar, y ver, intentas ver, pero no ves, no ves nunca, hasta que tienes una buena intuición, o el valor… La noche se extiende a nuestro alrededor. Aquí solo se escucha el vino al llenar los vasos, suave cadencia, vino sonrosado, fresco. Nuestras voces son susurros modulados al amparo de ese sabroso fermento. Un poco más allá esa otra noche también existe, inefable, en los bares del schopping center donde el viejo Patrick Hooligan y sus correligionarios asisten con los ojos encendidos a la interminable espiral de partidos de la liga inglesa. Ebrio silencio que se va aproximando a toda velocidad a algo todavía indeterminado, empujado por la furiosa urgencia de la voz del locutor que sortea, también ella, las zancadillas del enemigo bordeando el dramático abismo del unocero. De pronto un rugido similar al de tuiflybe cuando brinca para auparse al cielo sobre la cercana pista del aeropuerto, puños levantados hacia las pantallas donde también corren agitando en el aire sus camisetas empapadas de sudor, grotescos, diminutos, los héroes del momento. Y de repente otra vez silencio, todo cae blandamente al suelo, la conciencia enturbiada pide más cerveza y retoma el bucle del análisis febril de las jugadas. / Atreverse / O cosas casuales, azarosas, como, bueno, se me ha secado demasiado el pincel y entonces ¡marca de “otra manera”! Marca de la manera “justa” / De la forma precisa / Pero quién puede saber todo esto, este proceso… / Yo creo que no hay que saberlo / No, ¡no se puede! / No se puede, no se debe / Eso limitaría mucho los resultados… sobre todo una y otra vez pienso que no hay que arrepentirse / El paso dado… / Y si pretendes corregir ¡mal! / Cuando intentas corregir el paso dado, te caes al suelo… / Tengo que pensar en la película “Stalker”: tirar la tuerca e ir detrás… / Y acertar, no apartarse del camino trazado por el azar… el azar, el impulso de tu brazo, tu estado de ánimo, de equilibrio… el impulso de tu brazo sumado al viento que en ese momento comienza a soplar y gira, desvía la trayectoria de la tuerca… / Es una metáfora muy bonita, muy intensa, del camino creativo y de la vida / Atreverse, qué importante, osar y no… / Ahora hay que echar a suertes quien se levanta para buscar otra botella. Vivir en este lugar, casi como si no existiera el tiempo. Pero el tiempo existe. Solo que no es algo fluido, tampoco una piedrecita en el zapato, o la arena negra que se pega a la piel casi como si fuera una enfermedad, en los días en que los alisios precipitan las playas dentro de los cuartos de los hombres; no, el tiempo aquí tiene forma de nube informe, nube sin nombre, de trayectoria errática, nube deshilachada como el extremo de una cuerda cortada. El tiempo en este lugar es un ente gaseoso / Pero solo puedes trabajar así si puedes estar en contacto constante con tu trabajo, y no basta con un solo día… porque la falta de comunicación con tu propio trabajo hace de ello, luego… bah, eso-es-aleatorio, eso-es-casual… cuando estás en contacto con tu obra sabes enseguida, sabes enseguida valorar… escuchas cómo late la cosa… de qué manera está allí, qué presencia tiene… estar con tu trabajo te permite emitir un juicio, una moral, sobre lo que estás haciendo… /
día cinco
El trabajo, es precisamente eso lo interesante, miras, intentas mirar, y ver, intentas ver, pero no ves, no ves nunca, hasta que tienes una buena intuición, o el valor… La noche se extiende a nuestro alrededor. Aquí solo se escucha el vino al llenar los vasos, suave cadencia, vino sonrosado, fresco. Nuestras voces son susurros modulados al amparo de ese sabroso fermento. Un poco más allá esa otra noche también existe, inefable, en los bares del schopping center donde el viejo Patrick Hooligan y sus correligionarios asisten con los ojos encendidos a la interminable espiral de partidos de la liga inglesa. Ebrio silencio que se va aproximando a toda velocidad a algo todavía indeterminado, empujado por la furiosa urgencia de la voz del locutor que sortea, también ella, las zancadillas del enemigo bordeando el dramático abismo del unocero. De pronto un rugido similar al de tuiflybe cuando brinca para auparse al cielo sobre la cercana pista del aeropuerto, puños levantados hacia las pantallas donde también corren agitando en el aire sus camisetas empapadas de sudor, grotescos, diminutos, los héroes del momento. Y de repente otra vez silencio, todo cae blandamente al suelo, la conciencia enturbiada pide más cerveza y retoma el bucle del análisis febril de las jugadas. / Atreverse / O cosas casuales, azarosas, como, bueno, se me ha secado demasiado el pincel y entonces ¡marca de “otra manera”! Marca de la manera “justa” / De la forma precisa / Pero quién puede saber todo esto, este proceso… / Yo creo que no hay que saberlo / No, ¡no se puede! / No se puede, no se debe / Eso limitaría mucho los resultados… sobre todo una y otra vez pienso que no hay que arrepentirse / El paso dado… / Y si pretendes corregir ¡mal! / Cuando intentas corregir el paso dado, te caes al suelo… / Tengo que pensar en la película “Stalker”: tirar la tuerca e ir detrás… / Y acertar, no apartarse del camino trazado por el azar… el azar, el impulso de tu brazo, tu estado de ánimo, de equilibrio… el impulso de tu brazo sumado al viento que en ese momento comienza a soplar y gira, desvía la trayectoria de la tuerca… / Es una metáfora muy bonita, muy intensa, del camino creativo y de la vida / Atreverse, qué importante, osar y no… / Ahora hay que echar a suertes quien se levanta para buscar otra botella. Vivir en este lugar, casi como si no existiera el tiempo. Pero el tiempo existe. Solo que no es algo fluido, tampoco una piedrecita en el zapato, o la arena negra que se pega a la piel casi como si fuera una enfermedad, en los días en que los alisios precipitan las playas dentro de los cuartos de los hombres; no, el tiempo aquí tiene forma de nube informe, nube sin nombre, de trayectoria errática, nube deshilachada como el extremo de una cuerda cortada. El tiempo en este lugar es un ente gaseoso / Pero solo puedes trabajar así si puedes estar en contacto constante con tu trabajo, y no basta con un solo día… porque la falta de comunicación con tu propio trabajo hace de ello, luego… bah, eso-es-aleatorio, eso-es-casual… cuando estás en contacto con tu obra sabes enseguida, sabes enseguida valorar… escuchas cómo late la cosa… de qué manera está allí, qué presencia tiene… estar con tu trabajo te permite emitir un juicio, una moral, sobre lo que estás haciendo… /
día seis
Bitte-nie-Papier-in-die-Schüssel-werfen-dies-führt-sofort-zur-Verstopfung!!!-Please-do-not-throw-paper-in-the-bowl-this-immediately-leads-to-blockage!!!-S´il-vous-plait-ne-jamais-jeter-le-papier-dans-la-toilette-ceci-conduit-immédiatement-à-un-blocage!!!
día
siete
Tratamos temas que no
son necesariamente amables… / Necesitas el tiempo para poder situarte, cuando
te sacan de un lugar y te meten en otro primero recurres a lo que tienes
alrededor, intentas reproducir lo que ves, aunque sabes que es una tontería…/
Intentas reconocer lo que te rodea / Luego todo eso lo destruyes. Cuando ya
llegas a un punto en el que encuentras
algo propio, lo superas, ya te has situado/ Es el mejor concepto, una
residencia como ésta te permite estar contigo misma, con tu obra, sin ninguna
traba, ningún compromiso que te distraiga o te moleste…/ Desde luego ayuda
estar lejos, lejos de lo que normalmente es tu ambiente…/ Kilómetros, no solo
con la cabeza si no…/ Físicamente / Qué importante es el desplazamiento físico…
ahora voy a viajar… por fortuna no todo es internet / La peste de nuestro siglo
/ Sí, pero no sobrevivirá por mucho tiempo / El hombre… / Lared. Se apagará un
buen día y todo habrá sido un mal sueño, igualito que tu blog…/ (brrrrrrrrrrroooooooooommmmmmmmmm) Escucha: suena como un jet2 cargado de hooligans con resaca volando de vuelta
a Leeds-Bradford. Tomemos otro vino / Sofort-zur- Verstopfung!!! / Viajar influye en la obra / Si no influyera
pues vaya mierda… / A ver, cuando alguien está con sus clases, su cátedra, con
su vida superesuelta, dinerito fijo, galerías que te exponen y venden la obra,
tiempo, mucho tiempo… entonces tienes tu rutina y eso… es una rutina que… ojalá que puedas ser tan consecuente que de vez en cuando te renueves… Pero muchos no
lo hacen, muchos simplemente se acomodan y... bajan de calidad / Se ponen
pretextos a sí mismos para… / Ya, por eso algo así, un viaje como este te puede
dar una sacudida que te ayude en esa renovación/ Vulcano…/ Geometría y
Geografía, claro… / Malvasía volcánica cienporcien, seco… / Ha sido medalla de oro en Bruselas, aquí lo
pone… / Todos alguna vez en la vida dicen eso… Bruselas… lo que de verdad
importa es que es seco / Stalker, tirar la tuerca e ir detrás / Otro día hecho,
qué pensamiento más triste, como si se pudiera “hacer” un día / Aquí los días
no son, como en otros lugares, un fluido que corre y nos arrastra, aquí son
como nubes, flotantes, cargados de lluvia, de arena, sin forma, simplemente
cuelgan sobre los hombres y de vez en cuando los alisios los llevan y entramos
plenamente en ellos, en el tiempo / Vivamos ahora esos días de la isla / Sí, ya
amanece/
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