CARNIZA
Antonio Santamaría Solís Carniza.
Sobre
el cadáver de un relato comenzaba a escribir el siguiente así hasta que el
muerto tan hinchado que no cabía en el cajón del escritorio hedía no a la
normal putrefacción sino a una mezcla de carnes muertas verduras fermentadas
heces de recién nacido recién muerto vino agriado orines enfermedad crónica y
lo más terrible tedio dejación indiferencia apatía en fin aburrimiento
No
se decidía a enterrar aquel cadáver de una vez por todas pero tampoco a echarlo
a andar como un resucitado porque esto conforme crecían en él nuevos tumores se
hacía cada día más difícil pues el cuerpo informe era más pesado e inasible
como un monstruo elefancíaco que se excedía a sí mismo más y más en todos los
aspectos
Pasó
agobiado aquella última noche y antes de clarear abandonó el cadáver junto al
escritorio abandonó la casa abandonó la ciudad y en fin se abandonó a sí mismo
enloqueciendo un poco más perdido en esa bruma que nacía de aquel inexplicable
río y que un meandro tras otro
erosionaba con tenacidad su cerebro penetrando su mente y llegando en fin al
alma el puro hueso
El
relato solo así arrojado exudando por completo sus humores nauseabundos
desecado emancipado transfigurado al tercer día según las escrituras resucitó
A.S.S.
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